Bosques Mediterráneos de Sant Boi

Muchos de mis vecinos son ajenos al gran tesoro que se encuentra a pocos minutos de sus casas, un tesoro natural que debemos preservar, el bosque mediterráneo.

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Bosquina Roures del Llor. Sant Boi de Llobregat.

UN TESORO DE BIODIVERSIDAD

Estos bosques albergan fauna y flora muy diversa. Son numerosas las especies de animales que viven en ellos. Mamíferos como el zorro y el tejón, aves como la abubilla y el pito real e incluso reptiles y anfibios como la salamandra. También cabe destacar el número elevado y la variedad de insectos que viven ellos.

Actualmente los bosques mediterráneos están amenazados. La especulación inmobiliaria, el abandono de la gestión y la silvicultura, las actividades de ocio y los incendios, son algunas de las razones por las que nuestros bosques están perdiendo extensiones e incluso desapareciendo.

LITIO, EL LINCE QUE LLEGÓ DESDE DOÑANA

En Julio de 2018 sucedió algo increíble en nuestras montañas. Un Lince Ibérico, llamado Litio y nacido en Doñana, escogió nuestro territorio para establecerse no sabemos desde cuando. Se cree que merodeó por las profundidades de nuestros bosques, hasta que fué capturado en perfecto estado de salud, en un terreno agrícola de Santa Coloma de Cervelló y devuelto a la zona de donde provenía. Jamás se había documentado un desplazamiento tan extenso de un lince en la península. Litio recibió el apodo del «Marco Polo» de los linces.

Aquí puedes leer su historia con más detalle: Litio, el lince viajero, se aclimató bien en los campos de cerezas del Baix Llobregat

A raíz del descubrimiento de Litio, los consistorios de varias poblaciones del Baix Llobregat descubrieron que poseen un territorio realmente valioso y digno de cuidar y proteger. Las montañas del baix son un territorio con una variedad de ambientes significativa, entre las que destaca el bosque. Estas montañas son un privilegio y un tesoro que debemos preservar.

Aquí la notícia completa: Las montañas que refugiaron al lince Litio serán protegidas

LOS BOSQUES DE SANT BOI

El otro día Unai y yo nos adentramos en las profundidades de uno de los bosques que tenemos junto a casa. El olor a tierra mojada inundaba el ambiente. La jara blanca ya florece. En nuestra mente rondaba la idea de tal vez encontrarnos en su espesura otro lince, nunca se sabe. Hubiera sido algo increíble, y aunque sabemos que probablemente ningún lince vuelva por aquí en decenios, en lo más profundo de nuestro corazón deseamos que Litio vuelva al lugar que escogió como su hogar, nuestro bosque.